Moretones, ¿por qué me salen sin que me dé golpes?

Nos damos un golpe en la pierna con la esquina de una mesa. A partir de aquí se ponen en marcha las proteínas que están al lado de los vasos sanguíneos pequeños, cerca de la piel, que se rompen como resultado del traumatismo. Tras el golpe, si no hay corte, la sangre no tiene adónde ir y, por tanto, se acumula, derrama y forma coágulos. Esta sangre acumulada forma la decoloración conocida como hematoma o contusión.

No tiene la misma apariencia un moretón que acaba de aparecer que uno que tiene unos días. Puede adquirir varios colores a medida que se va curando. En la mayoría de los casos, suele pasar por cuatro fases antes de que se curen:

Por tanto, el color de un moratón nos puede dar una idea de los días que hace que lo tenemos. Como hemos visto, el cuerpo puede reparar la zona magullada en dos o tres semanas. La intensidad y la tonalidad dependen de factores como la gravedad del golpe, su ubicación y el color de la piel. Los moretones de la cara o los brazos suelen curarse más rápido que los de las piernas.

De acuerdo con el British Columbia, un moretón suele aparecer por causas como:

Una vez ha aparecido el moratón, no hay mucho que hacer para que desaparezca. Pero sí se puede acortar el tiempo que este tarde en sanar de varias maneras:

Aunque los moratones no suelen ser graves, hay algunos casos en los que deberemos prestar atención, sobre todo si ha aparecido de manera súbita. Las señales de advertencia incluyen:

Otra señal de alarma es si el hematoma es de tamaño grande o están en lugares inusuales, como el abdomen, la espalda o el tórax. En ocasiones, un moratón que aparece sin motivo aparente puede indicar una afección subyacente, como un problema de coagulación de la sangre.

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