El Gobierno creará un sistema de acogida familiar para ordenar la solidaridad con los refugiados de Ucrania
Ante la ola de solidaridad surgida por la guerra de Ucrania, con decenas familias de España dispuestas a abrir sus viviendas a refugiados de la ofensiva rusa, el Gobierno prepara un nuevo sistema de acogimiento familiar para «canalizar» el apoyo ofrecido con el objetivo de que los recién llegados puedan ser alojados en hogares particulares de manera segura y con apoyo institucional, según ha anunciado este martes el ministro de Inclusión, José Luis Escriva.
El responsable de la política de acogida de refugiados del Gobierno ha explicado que el programa de acogimiento busca «gestionar una bolsa de familias» voluntarias, que tendrán que ser entrevistadas por una red de mediadores sociales que «verificarán la idoneidad de las viviendas ofrecidas”. El mecanismo se organizará con la colaboración de los servicios sociales municipales y entidades especializadas. El ministro planea activarlo en «unas semanas».
El programa tomará el ejemplo de los sistemas de acogimiento familiar impulsados por algunas comunidades autónomas para albergar a menores extranjeros no acompañados, según ha añadido.
Aunque aún se desconocen los detalles acerca de los requisitos o las posibles ayudas recibidas por los hogares acogedores, Escrivá ha defendido que el sistema busca «asegurarse» de que los desplazados por la invasión rusa que sean alojadas en familias desconocidas reciban las ayudas que obtendrían si son acogidos en la red de centros estatales.
Este mecanismo se conformará como «una pieza más» del dispositivo de acogida organizado por el Gobierno para recibir a los refugiados ucranianos, basado en la creación de cuatro centros de recepción, donde el Ministerio de Inclusión pretende centralizar el registro, detección de necesidades y tramitación de los papeles de quienes escapen del conflicto. Actualmente, ya están operativos los espacios de Madrid y Alicante, con 400 y 200 plazas de emergencia respectivamente. El de Catalunya, localizado en la Fira, se abrirá este viernes y no contará con camas, sino que la acogida de emergencia se gestionará a través de 2.000 plazas de hoteles y albergues. Aún se desconoce la ubicación y la fecha de apertura del recurso de acogida andaluz.
El ministro ha hecho hincapié en la importancia de que los refugiados de la ofensiva rusa se registren en uno de estos cuatros puntos de recepción, dado que los centros cuentan con personal de entidades sociales capacitadas para «identificar vulnerabilidades» y así derivarlos a los recursos correspondientes. «Es muy importante que el mayor número posible pase por estos centros, porque potencialmente van a a recibir una mejor atención», ha recalcado Escrivá. Los desplazados de la invasión rusa pueden acudir a las comisarías habilitadas para este fin en el resto de capitales de provincias que carecen de centros de recepción, recuerda el Ministerio del Interior, y así evitar que los refugiados tengan que recorrer largas distancias para lograr obtener su documentación o las prestaciones sociales.
Por el momento, el Gobierno no ha proporcionado datos estatales del número de refugiados de Ucrania que han obtenido su permiso de residencia y trabajo en España. Inclusión solo ha recabado las cifras de los solicitantes documentados en el centro de recepción de Pozuelo. En cuatro días, se han resuelto «más de 800 solicitudes de protección temporal», con lo que reciben permisos de residencia y trabajo. Las expectativas del Gobierno, según explicó una portavoz de Inclusión a la prensa el día de su apertura, eran mayores: su plan era tramitar 450 expedientes al día. El ministro ha defendido que el número de permisos concedidos ha ido en aumento cada día, y justifica el desfase con sus expectativas debido a que se trata de un nuevo centro y ha sido necesario «ordenar la fila» de personas que acudían en busca de información, papeles y acogida. Por su parte, Interior defiende que las peticiones se están respondiendo de manera «muy ágil» y rebaja sus previsiones a unos 300 diarios.
Según Inclusión, del total de personas atendidas en el centro de Pozuelo, más de la mitad son menores de edad y, entre los adultos, hay el doble de mujeres que de hombres». Por su zona de procedencia, una de cada tres personas atendidas procede de Kiev, un 12% de Odessa, un 10% de Lviv y un 12% eran ya residentes en España.