Billares, caballos, vinos, trufas y telesillas: la UE cierra el grifo del lujo al círculo íntimo de Putin
Ni champán, ni puros, ni caviar, ni caballos, ni vinos caros. La Unión Europea ha aprobado un nuevo paquete de sanciones, el cuarto, en el que se detalla el veto a las exportaciones de artículos de lujo, además de incluirse otros 15 empresarios próximos al presidente ruso, Vladímir Putin, entre ellos el dueño del Chelsea, Roman Abramovich.
El umbral general para los artículos de lujo vetados son 300 euros, tal y como se recoge en el documento publicado por el Diario Oficial de la UE, salvo para partidas más detalladas. Por ejemplo: «Vehículos, excepto ambulancias, destinados al transporte de personas por tierra, aire o mar cuyo valor supere los 50 000 euros por unidad, teleféricos, telesillas, telesquíes y mecanismos de tracción para funiculares y motocicletas».
Así, entran en la lista «piedras preciosas (excepto los diamantes) o semipreciosas, naturales, incluso trabajadas o clasificadas, sin ensartar, montar ni engarzar; piedras preciosas (excepto los diamantes) o semipreciosas, naturales, sin clasificar, ensartadas temporalmente para facilitar el transporte». Además, «diamantes, incluso trabajados, sin montar ni engarzar, excluidos los destinados a usos industriales».
El pasado viernes, Von der Leyen afirmó: “Continuaremos presionando a las élites rusas cercanas a Putin, así como a sus familias y facilitadores. Esta es la razón por la cual los ministros de Finanzas, Justicia e Interior del G7 se reunirán la próxima semana para coordinar el grupo de trabajo que establecimos para atacar a los aliados de Putin”.
En este sentido, la UE quiere asegurarse de que el “Estado ruso y sus élites no puedan usar criptoactivos para eludir las sanciones”. En cuarto lugar, se prohibirá “la exportación de cualquier artículo de lujo de la UE a Rusia, como golpe directo a la élite rusa. Aquellos que sostienen la maquinaria de guerra de Putin ya no deberían poder disfrutar de su lujoso estilo de vida mientras las bombas caen sobre personas inocentes en Ucrania”.
El detalle en el que entra la UE es tan grande, que se pueden encontrar las siguientes referencias: «Pelucas, barbas, cejas, pestañas, mechones y artículos análogos, de cabello, pelo o materia textil; manufacturas de cabello no expresadas ni comprendidas en otra parte». O: «Trajes sastre, conjuntos, chaquetas (sacos), vestidos, faldas, faldas pantalón, pantalones largos, pantalones con peto, pantalones cortos (calzones) y shorts (excepto de baño), para mujeres o niñas». O, incluso, dentro del apartado «artículos y equipos de billar, boleras automáticas, juegos de casino y juegos que funcionen con monedas o con billetes de banco», lo siguiente: «Billares de cualquier clase y sus accesorios; los demás juegos activados con monedas, billetes de banco, tarjetas bancarias, fichas o por cualquier otro medio de pago, excepto los juegos de bolos automáticos (bowling); naipes; videoconsolas y máquinas de videojuego».
En concreto, la UE ha decidido: prohibir todas las transacciones con determinadas empresas estatales; prohibir la prestación de cualquier servicio de calificación crediticia, así como el acceso a cualquier servicio de suscripción relacionado con actividades de calificación crediticia, a cualquier persona o entidad rusa; ampliar la lista de personas vinculadas a la base industrial y de defensa de Rusia, a quienes se imponen restricciones más severas a la exportación de productos de doble uso y de bienes y tecnología que puedan ayudar a Rusia en la mejora tecnológica de su sector de la defensa y la seguridad; prohibir nuevas inversiones en el sector ruso de la energía, e introducir una restricción general a la exportación de equipos, tecnología y servicios para la industria energética; e introducir nuevas restricciones comerciales en relación con el hierro y el acero, así como con los productos de lujo.
Además, la UE ha decidido «sancionar a los principales oligarcas, grupos de presión y propagandistas que promueven la versión del Kremlin sobre la situación en Ucrania, así como a empresas clave en los sectores de la aviación, los sectores militar y de productos de doble uso, la construcción naval y la construcción de maquinaria», explica el Consejo de la UE –los Gobiernos–.
Roman Abramovich. «Es un oligarca ruso que mantiene una estrecha vinculación desde hace tiempo con Vladímir Putin», afirma el Diario Oficial de la UE: «Ha tenido un acceso privilegiado al presidente y ha mantenido muy buenas relaciones con él. Este vínculo con el dirigente ruso le ayudó a conservar su considerable fortuna. Es accionista mayoritario del grupo siderúrgico Evraz, uno de los mayores contribuyentes de Rusia. Por lo tanto, se ha beneficiado de políticos rusos responsables de la anexión de Crimea o de la desestabilización de Ucrania. Es también uno de los empresarios rusos de primer orden implicados en sectores económicos que proporcionan una fuente sustancial de ingresos al Gobierno de la Federación de Rusia, que es responsable de la anexión de Crimea y de la desestabilización de Ucrania».
German Khan. «Accionista mayoritario del conglomerado Alfa Group, que incluye Alfa Bank, uno de los mayores contribuyentes de Rusia», afirma la UE: «Se le considera una de las personas más influyentes de Rusia. Al igual que otros propietarios de Alfa Bank (Mikhail Fridman y Petr Aven), mantiene una estrecha relación con Vladímir Putin y sigue negociando con él importantes favores. Los propietarios de Alfa Group obtienen beneficios empresariales y jurídicos de esta relación. La hija mayor de Vladímir Putin, Maria, dirigió un proyecto benéfico llamado Alfa-Endo, financiado por Alfa Bank. Vladímir Putin recompensó la lealtad de Alfa Group a las autoridades rusas ofreciendo ayuda política a los planes de inversión en el extranjero de Alfa Group. Por lo tanto ha apoyado activamente, material o financieramente, a los políticos rusos responsables de la anexión de Crimea o de la desestabilización de Ucrania, y se ha beneficiado de ellos».
Viktor Rashnikov. «Es un destacado oligarca ruso, propietario y presidente del consejo de administración de la empresa Magnitogorsk Iron & Steel Works (MMK). MMK es uno de los mayores contribuyentes de Rusia. La presión fiscal sobre la empresa aumentó en los últimos tiempos, lo que originó unos ingresos considerablemente más elevados para el presupuesto estatal ruso», afirma el Diario Oficial de la UE.
Alexey Kuzmichev. «Accionista mayoritario del conglomerado Alfa Group, que incluye Alfa Bank, uno de los mayores contribuyentes de Rusia. Se le considera una de las personas más influyentes de Rusia. Tiene vínculos bien establecidos con el presidente ruso», se lee en el Diario Oficial.
Alexander Mikheev. «Presidente y director ejecutivo de Rosoboronexport, único intermediario estatal oficial de Rusia para la exportación e importación de productos, tecnologías y servicios militares y de doble uso. Rosoboronexport es una filial de Rostec, compañía de propiedad estatal que supervisa la investigación y el desarrollo de tecnología militar, y posee varios centros de producción que juegan un papel instrumental en el despliegue de dichas tecnologías en el campo de batalla. La venta de armas constituye una importante fuente de ingresos para el Gobierno ruso. También se utiliza para promover los objetivos económicos y estratégicos de Rusia. Entre 2000 y 2020, Rosoboronexport vendió armas por valor de 180 000 millones de dólares a clientes extranjeros».
Alexander Nikolayevich Shokhin. «Es presidente de la Unión Rusa de Industriales y Empresarios, un grupo de presión que promueve los intereses de las empresas en Rusia. También es vicepresidente del Consejo de Administración de Mechel PAO, una de las principales empresas mineras y metalúrgicas rusas, que genera una fuente de ingresos para el Gobierno de la Federación de Rusia. Tras la anexión de Crimea por Rusia, Shokhin expresó públicamente la necesidad de dirigir más inversiones rusas a Crimea para contrarrestar el posible bloqueo económico de Occidente. El 24 de febrero de 2022, Shokhin asistió en el Kremlin a la reunión de oligarcas con Vladímir Putin para debatir las consecuencias de la línea de actuación a raíz de las sanciones occidentales».