📩 BOLETÍN | Pegasus de Troya en Moncloa

Hoy el tema del día está claro. Vamos a ello.

El presidente del Gobierno de España y su ministra de Defensa fueron hackeados con un programa informático con pleno acceso a su teléfono. Con la estabilidad parlamentaria del Gobierno aún frágil por la gestión de la crisis relacionada con el mismo tipo de espionaje a decenas de políticos independentistas, ha sido la propia Moncloa la que este lunes ha anunciado algo que, según dicen, el CNI acaba de descubrir (un año después, ya les vale): alguien pudo controlar entre mayo y junio de 2021 el móvil de Pedro Sánchez y extrajo más de 2GB de información. También el terminal de Margarita Robles estuvo comprometido. Son datos verificados por el Centro Criptológico Nacional.

¿Y quién ha sido? El Gobierno descarta al propio CNI. Apunta a una injerencia “extranjera” y que por tanto escapa a las autorizaciones judiciales españolas y que por tanto sería ilegal. Ha pedido a la Audiencia Nacional que lo investigue. Por supuesto hay gente que considera que todo esto es “una cortina de humo” para desviar la atención sobre el espionaje al independentismo. Hay que separar dos cosas: el anuncio y el hackeo. ¿Que no nos habríamos enterado del hackeo a Pedro Sánchez si no fuera porque viene bien para sacar del ojo del huracán a Defensa y al CNI? Quizá. Pero eso no quita que el espionaje haya existido, que sea muy grave y que, si se esclarece, pueda ayudarnos a entender mejor lo que pasó en Catalunya.

Ya, ya, pero que quién ha sidoHoy Ignacio Escolar hace un completo resumen de lo ocurrido, aporta información nueva sobre la magnitud de la crisis (puede haber más de 1.400 teléfonos afectados en España), recuerda detalles importantes del pasado reciente y nos lleva hasta “dos grandes hipótesis plausibles: que el espionaje a Sánchez tenga su origen en un gobierno extranjero y no esté relacionado con el espionaje a los independentistas. O que sea obra de sectores descontrolados de los aparatos del Estado”.

Otra pista puede estar en las fechas. Todos nos hemos ido a mirar qué estaba pasando en mayo y junio del año pasado y hay algo que salta a la vista rápido: en aquellos días se fraguó la crisis diplomática con Marruecos tras la acogida del líder del Frente Polisario, y que acabó provocando la sorprendente destitución de la ministra de Exteriores primero (a la que también hackearon) y el histórico cambio de política con el Sáhara después. Eso sí, también son las semanas previas a la aprobación de los indultos a los condenados por el procés, aprobados el 22 de junio.

Los grandes poderes públicos o privados lanzan cada vez más querellas personales contra activistas, periodistas o políticos que cuestionan el sistema para amedrentarles y limitar su capacidad, aunque luego esas denuncias no terminen en nada.

Hoy en el podcast hablamos del caso de Ada Colau, que tras librarse de una decena de querellas ha acabado imputada por denuncias de un fondo buitre y de una asociación fantasma.

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No abras ningún enlace raro que te manden al móvil. Venga, mañana nos leemos de nuevo. 

Un abrazo,

Juanlu.

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