Mertxe Aizpurua: «Hemos logrado contrapartidas para toda la sociedad, la vasca y la del Estado español»
EH Bildu fue clave este jueves para que el Gobierno no perdiera una de las votaciones más importantes de la legislatura. La convalidación del real decreto ley de medidas frente a las consecuencias de la guerra de Ucrania estuvo a punto de decaer por la amenaza de las formaciones independentistas, también de EH Bildu, de votar en contra como castigo al Ejecutivo por la falta de explicaciones acerca del escándalo del espionaje a 66 dirigentes independentistas –entre ellos el diputado de la formación vasca Jon Iñarritu–, periodistas y abogados desvelada la semana pasa por Citizen Lab.
Finalmente ERC y Junts votaron en contra, pero, en el último momento, cuando apenas faltaban unos minutos para el inicio del Pleno que debatió y aprobó la iniciativa, EH Bildu decidió respaldarlo, salvando así al equipo de Pedro Sánchez de un fracaso que podía dificultar incluso su continuación en la Moncloa.
Mertxe Aizpurua (Usurbil, Gipuzkoa, 1960), portavoz de la formación independentista en el Congreso, atiende a elDiario.es tan solo una hora después de convalidarse el decreto. Ella explica que sí hubo negociación con el Gobierno y que este se ha comprometido a incluir algunas de sus propuestas sociales en el texto que ahora se tramitará como proyecto de ley, tal y como había reclamado la propia EH Bildu.
¿Por qué han decidido finalmente salvar la convalidación del decreto?
Ha sido un ejercicio de responsabilidad, una vez más. Estamos siendo muy responsables a lo largo de la legislatura con un compromiso que adquirimos con nuestros votantes, que es venir a Madrid para conseguir mejoras en el terreno social, político y territorial. Se está dando la circunstancia de que en el ámbito social hay necesidades acuciantes porque se están produciendo crisis como la guerra de Ucrania. A cada paso que este Gobierno ha querido dar en favor de las clases populares y de blindar la protección que estas reclaman y se les debe ahí hemos estado. Muchas veces, como esta, hemos llegado a ser determinantes.
Usted desde el atril ha asegurado que el apoyo no era «por el Gobierno» sino «por la gente», pero sin su voto el Ejecutivo estaría en estos momentos en una situación muy complicada.
Sí, y a nosotros nos interesa que este Gobierno siga adelante por una razón muy sencilla: la alternativa que hay es mucho peor. Es un ejercicio de ver y medir la realidad. No es la que nos gustaría que hubiese, naturalmente, y supongo que en el Estado español tampoco, pero es la que hay. Cualquier otro escenario es peor. Y sí, gracias a los votos de EH Bildu hoy [por este jueves] el Gobierno no se ha visto en una situación más complicada. Eso no quiere decir que sea un cheque blanco. El Gobierno y, en especial, la parte del PSOE, no debe creer que esto va a ocurrir ininterrumpidamente solamente por el miedo a que venga a la derecha. El Ejecutivo español debe dar pasos adelante, hacer políticas sociales y tomar medidas para ir quitando el espacio que pueda ir cogiendo la extrema derecha.
La decisión la han tomado en el último momento. ¿Qué había ocurrido hasta entonces?
No voy a decir que ha habido contrapartidas porque nuestra decisión estaba bastante clara en las últimas horas, pero sí queríamos que esto se tramitara como proyecto de ley, que se mejoraran algunas medidas incluidas en el decreto y que se haga con la máxima celeridad posible. Deben incluirse medidas que refuercen las políticas de protección.
Entonces, ¿sí ha habido contrapartidas?
Hay compromisos y, aunque no los hemos explicitado del todo, sí hemos hablado sobre ellos.
¿Del ámbito social?
Sí, son del ámbito social.
La derecha suele decir que cuando ustedes apoyan al Gobierno es porque les promete cuestiones relativas a los presos de ETA.
Ya, la derecha siempre tiende a buscar argumentos que no se ajustan a la realidad, y lo que hemos visto es que a cada paso que hemos dado hemos logrado contrapartidas que no son para nosotros sino para toda la sociedad. Para la vasca y la del Estado español.
¿Ha habido algún acuerdo con ERC para que, dado que ellos iban a votar que ‘no’, ustedes no dejaran caer este decreto?
No, hemos tomado nosotros las decisiones. Con ERC tenemos muy buena relación y coordinación. Hay muchas veces que actuamos conjuntamente. Tenemos un acuerdo estratégico que nos une porque hacemos un análisis muy similar acerca de a dónde va el Estado español y qué es lo que debería hacerse en el futuro. Compartimos muchísimas cosas en cuestiones sociales y políticas, y trabajamos juntos. La comunicación es fluida y compartida. Pero todo ello no impide que nosotros votemos de una forma en determinadas ocasiones y ellos lo hagan de otra. Y no pasa absolutamente nada. Cada uno toma las decisiones en función de la situación que haya en su territorio.
¿Entiende que ERC haya votado ‘no’ al decreto que contiene las ayudas frente a las consecuencias de la guerra?
Sí. Respeto enormemente la decisión que ha tomado, que no es la nuestra. Ellos han hecho un análisis de acuerdo a los factores de su territorio, que es a lo que se deben. Entiendo que ellos hayan tomado una decisión diferente a la nuestra.
¿Ellos han dado más importancia al escándalo del espionaje, que también les afecta a ustedes?
Al espionaje no le quiero restar importancia porque la tiene, además de una enorme gravedad. Pero los vascos y las vascas estamos un poco curados de espanto en este tema. Tenemos una larga trayectoria y hemos sabido durante mucho tiempo lo que es ser espiado con intervenciones telefónicas, conculcación de derechos humanos, torturas… Hay un largo episodio de conculcaciones por las que ha pasado la izquierda independentista vasca a lo largo de los años, por lo que [el espionaje] no nos resulta extraño. Eso no quiere decir que no tenga gravedad. Pero fundamentalmente lo más grave de este episodio es que el Gobierno no tome cartas en el asunto. Que intente ningunear y minusvalorar su importancia. El Parlamento Europeo ha tomado cartas en el asunto y aquí parece que hay reticencias a hacerlo.
Este jueves usted ha sido nombrada como una de las integrantes de la comisión de secretos oficiales, y es la primera vez que estará presente un miembro de la izquierda abertzale. ¿Qué más debe hacer el Gobierno?
El Gobierno ha querido hacer un esfuerzo o ha intentado plantear este tema, pero no es algo que nosotros hubiéramos pedido. Esa comisión se tenía que haber formado desde el inicio de la legislatura porque era una anormalidad democrática de este Parlamento que no se hubiera constituido, porque la derecha la vetaba. Pero tampoco creemos que esto vaya a solucionar absolutamente nada y menos en el tema de las escuchas, porque no hay relación directa.
¿Qué más se debería hacer?
Una comisión de investigación como la que hemos pedido.
¿Parlamentaria?
Es lo que debería hacerse y lo que es extraño es que el Gobierno no lo haya hecho motu proprio en un ejercicio de democracia total. Se ha montado una escandalera mundial con este tema y lo que tenemos que hacer es aclarar todo. Debería haber sido por voluntad del Gobierno y no esperar a que los partidos que han sido espiados lo pidan.
Hasta ahora, el PP había vetado la entrada de EH Bildu en la citada comisión. ¿Cree que su incorporación condicionará los asuntos que allí se aborden?
Por lo que sé la información que se da allí no sirve absolutamente de nada. Además, hay algo muy curioso que es como la pescadilla que se muerde la cola: es una comisión de gastos reservados sobre los que hay un imperativo legal de no poder contar absolutamente nada de lo que pasa. ¿Para qué sirve entonces que determinados diputados o diputadas tengan acceso a los gastos reservados o a cuánto dinero se ha gastado en pagar informadores?
Pero ustedes sí querían estar en la comisión.
Voy a ser sincera. Ni queríamos estar ni no queríamos estar. Es cierto que queríamos estar porque nos corresponde, porque somos un grupo parlamentario de pleno derecho exactamente igual que el resto. A nosotros no nos han elegido el PP, Vox o Ciudadanos. Han sido los electores los que nos han traído aquí y, desde ese punto de vista, tenemos los mismos derechos y deberes que cualquier otro grupo parlamentario. El vetarnos está mal.
Respecto al espionaje, tanto el president de la Generalitat, Pere Aragonès, como ERC y el BNG han pedido formalmente la dimisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles. ¿Ustedes también la creen necesaria?
Lo necesario es que se constituya la comisión de investigación y se depuren responsabilidades. Cualquiera no puede acceder al sistema Pegasus. Son los estados los que pueden acceder. Es el Estado español el que ha accedido a él y el que lo ha puesto en práctica. ¿Quién si no? Es blanco y en botella. Ha sido el Estado español y hay que investigarlo y aclararlo.
¿Las explicaciones que se den sobre el espionaje condicionarán el apoyo de EH Bildu al Gobierno y a sus futuras iniciativas?
A nosotros nos interesa que este Gobierno se mantenga y no caiga. Esto no puede ser una máxima que no se pueda cambiar por determinadas circunstancias, pero hoy por hoy no hay mejor opciones. Antes me hablaba usted de Margarita Robles. Lo que no puede ser y está muy mal es que ella responda en la forma que lo ha hecho a ese tema. Ella es la responsable del CNI y que responda como lo ha hecho tanto en el Senado como en el Congreso no puede ser. Es una ministra que tiene que dar explicaciones. Y lo que hizo fue justificar en base a razones de persecuciones o vigilancia del independentismo este tipo de actuaciones. Eso legalmente no podría hacerse. No es de recibo que se hagan manifestaciones de ese tipo.
¿Cree que este escándalo supondrá una ruptura definitiva de ERC y Junts con el Gobierno y que la legislatura está en peligro?
Es evidente que dificulta mucho las cosas. Que se cree una comisión de investigación es ineludible para el Gobierno español porque va en ello su prestigio y lo que traslada al resto de Europa. Ahora bien, ¿qué puede ocurrir? Cada vez soy más reacia a hacer prospecciones de futuro porque aquí no podemos saber lo que va a pasar de un día a otro. Si el Gobierno no solidifica su posición estará siempre mucho más sometido a los vaivenes de lo que quiera hacer la derecha y tendrá menos estabilidad.
¿Existe una competición entre el PNV y EH Bildu sobre quién tiene más peso en Madrid?
Nosotros no estamos en competición con el PNV ni con nadie. No estamos mirando qué está haciendo. Quizá tenemos una línea muy definida y tenemos muy claro para qué estamos aquí. A nadie le sorprenden nuestras actuaciones. Es verdad que el PNV ha estado durante muchos años en Madrid como único referente ya que tenía grupo parlamentario. Los anteriores de Bildu o Amaiur no tenían grupo, lo cual les daba mucha menos visibilidad y capacidad de actuación. Ahora EH Bildu es un grupo parlamentario y entiendo que le ha trastocado un poco al PNV la posición que ocupaba y creo que es eso lo que lleva mal, si es que se puede decir así, o que no acaba de acostumbrarse a esa nueva situación. Ellos tienen una línea y nosotros tenemos otra muy diferente en algunos casos. Estamos dispuestos a colaborar con ellos en cuestiones que coincidimos, pero, por ejemplo, en políticas sociales no coincidimos.
¿Temen un acercamiento del Gobierno al PP?
No dejo de temerlo ni de valorar que, en el fondo, una parte de este Gobierno o una parte del PSOE lo que quiere hacer es acercarse al PP y volver al bipartidismo.
¿Cómo valora EH Bildu la llegada de Alberto Núñez Feijóo a la Presidencia del PP?
No deja de ser más que una operación de maquillaje que han querido revestir como algo más dulcificado respecto al talante que podía tener Pablo Casado y, sin embargo, no responde a la realidad de lo que ha hecho Feijóo en Galicia. En cambio, en el Estado se le ha querido dar un aura más dialogante, comedido, razonable o moderado. Pero el PP sigue siendo el que fue. Del PP surgieron Vox y Ciudadanos y hay veces que no distingo mucho entre unos y otros en los mensajes. A veces parece que vivimos episodios del NODO franquista.
La suya es la principal fuerza de la izquierda en Euskadi. ¿Cómo se ve desde allí la posible candidatura de Yolanda Díaz?
Espero que la izquierda española pueda acompañar el futuro con la izquierda independentista vasca, porque este Estado no va a tener solución si no se acompaña de grandes reformas y avances democráticos, que se tienen que dar en el plano social y el territorial. Se necesita un cambio profundo para que este Estado sea verdaderamente democrático. Ahí la izquierda española tiene una labor importante que hacer y la ciudadanía española necesita una izquierda fuerte.
¿Les gusta Yolanda Díaz como interlocutora de esa izquierda?
Sí, no tiene por qué no gustarnos.