Bruselas propone cortar el petróleo ruso en seis meses y sancionar a los autores de la matanza de Bucha

Embargo al petróleo ruso y sus derivados. Es la propuesta que ha presentado este miércoles ante el Parlamento Europeo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sin aportar detalles sobre un asunto que ha venido retrasando la ampliación de las sanciones: cómo solventar el veto de países como Hungría y Eslovaquia, quizá a través de excepciones que aún no se han anunciado oficialmente. Este miércoles se reunirán los 27 embajadores ante la UE para debatir el paquete de sanciones antes de su aprobación definitiva por los Gobiernos.

«Hoy presentamos el sexto paquete de sanciones», ha dicho Von der Leyen ante el pleno de Estrasburgo: «En primer lugar, haremos una lista con oficiales militares de alto rango y otras personas que cometieron crímenes de guerra en Bucha y que son responsables del asedio inhumano de la ciudad de Mariupol. Esto envía otra señal importante a todos los perpetradores de la guerra del Kremlin: sabemos quiénes son y tendrán que rendir cuentas».

«En segundo lugar», ha proseguido, «sacamos del sistema SWIFT a Sberbank, con diferencia el banco más grande de Rusia, el 37% del sector, y a otros dos bancos importantes. Con eso, golpeamos a los bancos que son sistémicamente críticos para el sistema financiero ruso y la capacidad de Putin para acometer el esfuerzo de guerra. Esto consolidará el completo aislamiento del sector financiero ruso del sistema global».

«Tercero», ha añadido la jefa del Ejecutivo comunitario, «estamos vetando tres grandes cadenas estatales rusas de nuestras ondas. Ya no se les permitirá distribuir su contenido en la UE, en cualquier formato, ya sea por cable, vía satélite, Internet o aplicaciones para teléfonos móviles. Hemos identificado estos canales de televisión como portavoces, que amplifican agresivamente las mentiras y la propaganda de [Vladímir] Putin [presidente ruso]. No debemos dejarles difundir estas mentiras. Además, el Kremlin cuenta con consultores y asesores en Europa. Y esto ahora se acabará. Estamos prohibiendo que esos servicios se proporcionen a empresas rusas».

La presidenta de la Comisión Europea, además, ha explicado: «Cuando los líderes se reunieron en Versalles [a mediados de marzo], acordaron eliminar gradualmente nuestra dependencia de la energía rusa. En el anterior paquete de sanciones, comenzamos con el carbón. Ahora estamos abordando nuestra dependencia del petróleo ruso. Seamos claros: no será fácil. Algunos Estados miembros dependen en gran medida del petróleo ruso. Pero tenemos que trabajar en ello. Ahora proponemos una prohibición del petróleo ruso de Europa. Esta será una prohibición total de importación de todo el petróleo ruso, por mar y por oleoducto, crudo y refinado».

En este sentido, Von der Leyen ha afirmado: «Nos aseguraremos de hacerlo de manera ordenada, de forma que nos permita a nosotros y a nuestros socios asegurar rutas de suministro alternativas y minimizar el impacto en los mercados globales. Por eso eliminaremos gradualmente el suministro ruso de petróleo de aquí a seis meses, y productos refinados para fin de año. Por lo tanto, maximizamos la presión sobre Rusia y, al mismo tiempo, minimizamos los daños colaterales para nosotros y nuestros socios en todo el mundo. Porque para ayudar a Ucrania, nuestra propia economía tiene que mantenerse fuerte».

«Con todos estos pasos», ha proseguido Von der Leyen, «estamos privando a la economía rusa de su capacidad para diversificarse y modernizarse. Putin quería borrar a Ucrania del mapa. Claramente no lo logrará. Al contrario: Ucrania se ha levantado unida. Y es su propio país, Rusia, el que se está hundiendo».

La presidenta de la Comisión Europea ha declarado: «Queremos que Ucrania gane esta guerra, pero también queremos establecer las condiciones para después de la guerra. El primer paso es un apoyo económico a corto plazo para ayudar a los ucranianos a hacer frente a las consecuencias de la guerra, con nuestro paquete de asistencia macrofinanciera y con el apoyo directo al presupuesto ucraniano».

«Se espera que el PIB de Ucrania caiga entre un 30% y un 50% solo este año», ha explicado Von der Leyen, «y el FMI estima que, a partir de mayo, Ucrania necesita 5.000 millones de euros cada mes, simple y llanamente, para mantener el país en funcionamiento, pagando pensiones, salarios y servicios básicos. Tenemos que apoyarlos, pero no podemos hacerlo solos. Celebro que Estados Unidos haya anunciado un apoyo presupuestario masivo».

La jefa del Ejecutivo comunitario ha explicado que, después, vendrá «el esfuerzo de reconstrucción más amplio. La escala de destrucción es asombrosa. Hospitales y escuelas, casas, carreteras, puentes, vías férreas, teatros y fábricas. Es difícil llegar a una estimación precisa. Los economistas hablan de varios cientos de miles de millones de euros. Y los costes aumentan cada día de esta guerra sin sentido».

«Europa tiene una responsabilidad muy especial hacia Ucrania», ha dicho Von der Leyen: «Por eso hoy les propongo que comencemos a trabajar en un ambicioso paquete de recuperación. Este paquete debe traer una inversión masiva para satisfacer las necesidades y las reformas necesarias. Debería abordar las debilidades existentes de la economía ucraniana y sentar las bases para un crecimiento sostenible a largo plazo. Podría establecer un sistema de hitos y objetivos para asegurarse de que el dinero europeo realmente sirva para el pueblo de Ucrania y se gaste de acuerdo con las normas de la UE. Podría ayudar a combatir la corrupción, alinear el marco legal con los estándares europeos y mejorar la capacidad productiva de Ucrania. Esto traerá la estabilidad y la certeza necesarias para hacer de Ucrania un destino atractivo para la inversión extranjera directa. Y allanará el camino para el futuro de Ucrania dentro de la Unión Europea».

«Hablemos sin eufemismos, estamos en guerra», ha dicho la presidenta de los socialistas europeos en la Eurocámara, Iratxe García: «Sin nuestro apoyo Ucrania no habría resistido la agresión criminal de Putin. El paso siguiente debe ser el corte del gas y el petróleo, como ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea. En paralelo, hay que trabajar en una estrategia de desconexión energética».

«Ahora más que nunca hay que avanzar en la lucha contra el cambio climático», ha dicho García: «No hay que abandonar a los países más afectados y dependientes. Hundir a Putin significa solidaridad para todas las medidas, poner fin a ciudadanos de primera y de segunda, incluyendo a Rumania y Bulgaria en el espacio Schengen. La única paz digna es la derrota de Putin y la victoria de Ucrania. Resistimos en 2012 para salvar el euro; en 2020, para superar la pandemia; y en 2022, para superar la guerra».

El vicepresidente de Renew Europe, Luis Garicano (Ciudadanos), ha dicho en el pleno de Estrasburgo: «Está bien invertir en la reconstrucción, pero hay una demanda financiera inmediata que tener en cuenta en Ucrania. Hay que avanzar en el embargo, pero nos quedamos muy cortos con respecto a lo que pidió hace un mes el Parlamento Europeo, un embargo total. 52.000 millones hemos enviado ya a Rusia desde el inicio de la guerra. Los consumidores están pagando precios disparados, hay que protegerlos e incrementar los recursos de la UE con un arancel sobre energía rusa».

Martin Schirdewan (Die Linke), copresidente de La Izquierda, ha defendido: «Necesitamos un tope para los precios energéticos para que no se desboquen, un esfuerzo común para que los más humildes estén protegidos, necesitamos un impuesto sobre los beneficios en tiempos de guerra de grandes empresas para ayudar a refugiados. Está bien independizarse del gas natural, pero es un error invertir tanto dinero en la industria armamentística. Hay que confiscar los bienes de los oligarcas rusos».

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